jueves, 19 de diciembre de 2013

Mejores Discos en Inglés Parte 2 / 2013

El día de ayer escribí un pequeño discurso de introducción a estos conteos, y el día de hoy continúa el tema de los mejores discos en inglés, ahora comprendiendo del lugar décimo a la primera posición. Esto quiere decir que en el video próximo, con una duración de poco más de cuatro minutos, contiene fragmentos de 20 segundos de los diez discos más apreciados por el blog.

   Estos discos tienen una vinculación profunda con mi vida y, particularmente, con el tiempo vivido en estos doce meses que están tan solo a medio mes de su inevitable ocaso. Esto no quiere decir que no existan y que no expondré razones para fundamentar cada decisión, sin embargo reconoce también que no todo es objetivismo en este texto, por más que éste aspire a tal.


10. Arctic Monkeys - AM. Los Arctic Monkeys vagaron durante un largo lapso de su existencia en un limbo del que nunca iban a poder salir, asfixiados por la saturación mediática y la sobrevaloración de su grupo de seguidores. En AM Alex Turner, así de simple, descubre la fórmula de decir cosas realmente relevantes bajo su propio estilo.

9. Deafheaven - Sunbath. Deafheaven se gana este puesto por su definitiva originalidad. Lo que nos enseñaron en este disco es una mezcolanza de géneros que incluye el screamo, el death metal, el dreampop, el shoegaze, el noise y el drone. Un producto evidente del omnivorismo musical que se vive en nuestra era.

8. John Grant - Pale Green Ghosts. El mejor 'break up record' del año, por la increíble habilidad e inteligencia lírica de su autor, por el constante desafío al las relaciones sentimentales convencionales y por su atrevimiento al incluir productores electrónicos para un disco de perfil Singer-Songwriter.

7. Drake - Nothing Was The Same. Es difícil ver lo que representa Drake. De una forma muy sutil, Drake ha sido durante años el líder de un movimiento que está cambiando los esquemas del rap, y no solo conduciéndolo hacía horizontes más pop, sino expresando a través de él sentimientos más complejos y, sobre todo, modernos de los que el género ha manifestado históricamente. Este disco contribuye a dicho movimiento, siendo prácticamente un diario con todas las confesiones de su autor.

6. Disclousure - Settle. Los dos hermanos británicos tomaron sus principales influencias del Garage de su propio país y del gigante de norteamerica y presentaron el mejor disco de Dance del año por mucho. Propuestas sólidas y pegajosas a lo largo de todo un LP.

5. Kanye West - Yeezus. Después de lo hecho en My Beautiful Dark Twisted Fantasy parecía difícil que Kanye West realmente hiciera algo que dejara satisfecha (e incluso más que eso) a la prensa y la crítica musical. No obstante, Kanye supo no dar ningún movimiento en falso y presentó su disco más aventurado, probando que sus habilidades de producción no solo pueden ser grandiosas y excelentes, sino también desafiantes.

4. Vampire Weekend - Modern Vampires Of The City. En su corta existencia Vampire Weekend ya es casi un clásico de la música de su época. Por más que suene apresurado, su creatividad, su consistente calidad, su incansable originalidad y, de manera prominente en este disco, su gran madurez lírica, hacen que esta banda neoyorkina se gane el estatus.

3. The Knife - Shaking The Habitual. Después de una larga ausencia el grupo sueco volvió cargado de un fuerte activismo liberal así como de la influencia de música vanguardista ajena a sus costumbres, por ejemplo, el drone y la World Music. Shaking The Habitual es el excelente producto de eso.

2. James Blake - Overgrown. Un disco menospreciado injustamente, que prueba no solo el excelente gusto de Blake y su usual capacidad como compositor, liricista e interprete, sino también una innovación que se da gracias al desarrollo que James Blake le da al concepto de un cantautor electrónico. 

1. My Bloody Valentine - M B V. Este disco se encuentra en el primer lugar por varias razones. Para empezar, lleno las expectativas después de una ausencia de 22 años de sus creadores, quienes en 1991 presentaron uno de los mejores álbumes de los últimos 40 años. M B V es tan bueno como Loveless, quizás no sea taaan innovador, pero también lo es en buena medida. Tiene una profunda conexión sonora con Loveless, como si fuera una secuela, pero sin olvidar ni por un segundo que transcurrieron más de dos décadas entre ambos, además de que está estructurado de manera perfecta.

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